1) Cómo se puede hacer para evitar que la ilustración editorial sea un simple tapa agujero, porque el periodista no quiere escribir o por que no hay fotos?Las razones por las que se nos pueda encargar una ilustración sea, como tu apuntas, el imperativo de rellenar un hueco,la ausencia de fotos convincentes o, más habitualmente, el interés del periódico por aportar al texto una imagen enriquecedora, no está en nuestra mano controlarlas.
Únicamente debemos plantearnos que, a partir del espacio que se nos ofrece en la página, hay que construir una metáfora visual capaz de "iluminar" ese artículo con una luz que lo resuma y desentrañe a un tiempo: complicado, sí.
2) Cómo impacta en la ilustración editorial la irrupción del ordenador que, a veces, da la posibilidad de ilustrar a cualquiera?
El ordenador es una estupenda herramienta, como lo son tantas otras que nos asisten al crear una imagen, pero creo que es la mirada del autor la que marca la diferencia y no el uso, o abuso, de una técnica en particular.
3) Qué le dirías al ilustrador que le interesa más seducir a sus lectores a que miren su bellas líneas, que a darles la información?
Pienso que La intención de seducir con nuestros dibujos es común a todos. Sí recrimino la obviedad perezosa, el lugar común o el chiste fácil que, en última instancia, es a la inteligencia del lector a quién ofende.
4) Los editores deberían tener una formación más visual o los ilustradores tendrían que tener una formación más periodística?
Efectivamente, los editores deberían tener una formación visual más acendrada o, de no ser así, delegar en alguien formado y con capacidad, y los ilustradores deberíamos ejercitar nuestra lectura: ser unos buenos lectores.
5) Rodrigo Sánchez habla de hacer que el lector le dedique más de 4 segundos a la contemplación de una imagen, pero también agrega: Si es necesario démosle 4 minutos. Y, si es posible, démosle toda una vida para pensar en ello y que trate de averiguar que es lo tratamos de contarle. Qué opinas tu?
Siempre cuento que para mí existen dos tipos básicos de ilustraciones, las que albergan tiempo, pues necesitan de el para que la mirada recorra los elementos y pueda descifrar su sentido (sea un minuto, diez o, no sé si como Rodrigo Sánchez dice, una vida), y las que con apenas un golpe de vista nos presentan de una manera rotunda su intención última, debido a que están construidas por elementos que nos son inmediatos cultural o simbólicamente.
En todo caso, todo el interés que el lector pueda dedicar a una buena ilustración le será retribuido con una medida bien, pero bien, colmada de gozo.