2.7.09
Exclusivo: El color en los periódicos españoles (7) Las revistas taurinas: ‘La Lidia’
(Primer número de La Lidia)
(Por Pedro Pérez Cuadrado) La historia de la prensa española en color quedaría de alguna forma incompleta si no hiciésemos referencia aquí, y en esta segunda parte del siglo XIX, a las revistas taurinas que, como reflejo del periodismo especializado que entonces comienza, se multiplican al furor con que los aficionados discuten acaloradamente qué matador de toros es el mejor de todos. No podríamos mencionarlas a todas y, como es lógico, no todas –aun siendo ilustradas– participan del código cromático.
La más importante sin duda es La Lidia, que nace el 2 de abril de 1882 y se edita de forma ininterrumpida durante diecinueve años en los que, según Mª Celia Forneas (1998: 71 a 86), “compitió con un centenar de revistas especializadas, la mayor parte de las cuales desaparecerían tras una existencia de escasos números”.
Apoya Gómez Aparicio (1971: 593) esta afirmación cuando escribe que La Lidia “por la modernidad de su presentación así como por la cuidada selección de sus redactores y colaboradores fue, sin duda alguna, la más importante”. De hecho, insertaba en sus páginas centrales unas magníficas litografías al cromo de renombrados artistas.
Pero hay que decir que esta revista partía con alguna ventaja. Su fundador, Julián Palacios, era ya propietario de un importante establecimiento litográfico, que puso enteramente, como es natural, al servicio de la publicación.
(Primer grabado a color en el número 1)
A eso hay que añadir lo que el mismo Gómez Aparicio (1971: 594) descubre: “Pocos factores contribuyen tanto a que La Lidia fuese una gran revista –dice– como la gracia de sus ilustradores […] los estupendos dibujos litográficos en colores que, especialmente debidos a don Daniel Perea, publicaba La Lidia constituyen una de las más bellas colecciones de las suertes del toreo”.
Sobre Daniel Perea el catedrático Valeriano Bozal (1979: 101) escribe que “puede ser considerado justamente como uno de los dibujantes más importantes de la segunda mitad del siglo [XIX]. Ilustró –dice– multitud de publicaciones periódicas y no periódicas, como La Filoxera (1878), La Viña (1880) y sobre todo La Lidia (1882). Fueron las láminas realizadas en esta última revista las que le dieron renombre y fama”.
(Detalle de la cabecera en 1888)
Otros ilustradores de la Lidia fueron Alfredo Perea (hermano del anterior), Alejandro Ferrant, Giménez, José Chávez y Ángel Lizcano. Los dibujos de todos ellos se hacen imprescindibles para estudiar cómo se entendía y practicaba el toreo en el siglo XIX. Transformados en cromolitografías contribuyeron también a la difusión de los importantes cambios que se estaban produciendo en el enfoque artístico de la tauromaquia.
(Doble página a color, del 24 de septiembre de 1888. Dibujo de Daniel Perea)
En la página Portal Taurino podemos leer: “La cromolitografía, en ausencia aún […] de la fotografía taurina, permite no sólo la recreación historicista de imágenes taurinas de épocas anteriores, sino que también va a relatar gráficamente lances, sucesos, alardes taurinos, y retratos de diestros y ganaderos, que de otra manera se habrían perdido. Así, va a definirnos, no sólo por medio de la palabra, principal objetivo de la revista, sino de la imagen, todo el toreo del último tercio del siglo XIX. La suerte de varas, hasta mediado el siglo, eje central del espectáculo deja, por fin, de serlo y cede su puesto primordial al toreo de engaño, tanto con el capote como con la muleta. La labor del matador cobró una importancia que hasta entonces nunca había tenido y gran culpa del fenómeno fue debida a la competencia de la pareja que cubre todo este final de siglo, Lagartijo y Frascuelo”.
Otro semanario taurino ilustrado que debemos mencionar aquí es Sol y Sombra. Nace en 1897, cuando ya La Lidia se encuentra en franca recesión. También son dos impresores, los hermanos Ginés y Juan Pedro Carrión quienes fundan la nueva revista que iba a emular rápidamente a la anterior. Fundamentalmente porque de nuevo Daniel Perea reanuda la extraordinaria serie de dibujos taurinos a color que tanta fama le dieran en La Lidia, pero esta vez reproducidos por el procedimiento fototípico.
(Detalle de la cabecera en 1898)
(Portadas de la revista Sol y Sombra en dos etapas diferentes, donde se puede ver la incipiente utilización de la fotografía)
Bibliografía:
-BOZAL, Valeriano (1979): La ilustración gráfica del siglo XIX en España, Madrid: Ed. Comunicación.
-FORNEAS FERNÁNDEZ, Mª Celia (1998): ‘El periodismo taurino en 1898’, en Estudios sobre el mensaje periodístico, número 4. Madrid: Servicio de Publicaciones de la Universidad Complutense de Madrid.
-FORNEAS FERNÁNDEZ, Mª Celia (2007): ‘Origen y evolución de la crónica taurina’, en Estudios sobre el mensaje periodístico, número 13. Madrid: Servicio de Publicaciones de la Universidad Complutense de Madrid.
-GÓMEZ APARICIO, Pedro (1971): Historia del Periodismo Español. De la revolución de septiembre al desastre colonial. Madrid: Editora Nacional.