La tenía pegada en la pared. Como no tenía un cuarto propio, siempre que nos sentábamos a comer, ella también lo hacía. También era lo primero que uno veía cuando pasaba la puerta. Farrah Fawcett era una especie de dueña de casa que recibía con su mejor sonrisa al visitante. Pero como estaba pegada a la pared con Plasticola, la mudanza rompió nuestro romance de muchos años. Esto escribimos cuando murió en junio del año pasado. Este domingo pasado, durante la entrega de los Oscar, en el recordatorio (In Memorian) que hacen todos los años con todos los que se fueron, su imagen no apareció. Yo, igual, la recuerdo.