Empezó siendo algo digital sobre la tipografía decó, pero CS3 dijo basta y se cerró, sin darle posibilidades de salvataje sobre un archivo pesado sin nombre. Dos cierres posteriores del Photoshop dieron un mensaje: el programa había colapsado.
Un cambio de máquina, los minutos que avanzaban, una versión anterior del programa y el calor, apuraron la decisión: la compra de un chocolate.
El plan B comenzaba. El microndas haría la cosa más fácil y llevadera. Luego vendría el trabajo de El Norbi en su programa fetiche, el Photoshop.