(Por Jenny Canales Peña) Algunos diarios en Lima se preocupan mucho por tener diversas estrategias de marketing para atraer a suscriptores. De este modo, ofrecen descuentos en obras teatrales, conciertos, muestras circenses. También brindan paquetes de lunes a domingo, solo los fines de semana, interdiario, incluso con la posibilidad de obtener suscripciones adicionales a otros medios impresos. E incluso crean diferentes fascículos coleccionables en dos o tres dimensiones.
Si se observa esto de modo tradicional, entonces se podría pensar en que es una buena opción. El diario llegará a diario a casa y se tendrá otros beneficios increíbles con un precio muy competitivo. Tal vez muchas familias lo disfruten, lo utilicen y hasta se convierta en un interesante referente educativo.
Pero si se piensa como un individuo del siglo XXI (o de la generación zeta) entonces se podrá observar que el gasto realizado lo único que provoca es una gran ruma de papel, un poco desactualizado pues no permite conocer el acontecer diario de modo inmediato ni logra el análisis profundo (por la misma frecuencia en su aparición), como debió ser en algún momento su objetivo.
Ahora se consumen “hechos noticiosos” a través de Internet, los diarios y revistas se leen on line, al minuto, en todos los idiomas. Los inactuales o los temas menos “calientes” se buscan en los blogs o en las enciclopedias virtuales. Así si se desea se puede archivar la información en el USB o quemar en un CD o en algún buscador que maneja espacio para documentos e imágenes o simplemente guardar en el disco duro de la computadora.
Ya no es necesario tener un espacio para colocar el papel ya usado y como decían en este blog los usos que se le tendrá que dar son de lo más variados pero todos alejados de la razón de ser de la prensa escrita... informar y analizar el día a día....
Creo que lo único que hay que pensar es en el modo de diseñar en la web diarios menos lineales, menos continuos para así alejarse del “ver” impreso, pues todavía los diario on line se siguen pareciendo a su referente impreso y, en algunos casos, resultan una mera extensión y repetición.
Creo que es hora de buscar el lenguaje más adecuado para narrar, informar, profundizar, actualizar al lector del modo en el que se consume la Internet, esto es de modo multimedíatico: con movimiento, texto y sondo.
La tarea del periodista actual debe trascender el saber escribir para ser leído. Ahora deberá escribir para ser visto interactivamente, con enlaces, ilustraciones, movimiento, terceras dimensiones... un nuevo modo de contar el día a día.