Hoy asumió la presidencia de Argentina una mujer. Una mujer que había ganado con el 42% de los votos, mientras que el segundo sólo había llegado a un 20%, era, por lo menos, algo fuerte, muy fuerte.
Como es costumbre, el presidente recibe el cargo en una asamblea legislativa, donde se reunen las dos cámaras del Poder Legislativo. Luego de recibir el bastón de mando y la banda presidencial, el primer mandatario ofrece sus primeras palabras.
Por lo general, los presidentes suelen leer su discurso, preparado por algún publicista cercano al poder. Pero hoy, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no leyó. Improvisó durante casi una hora una de las piezas de oratoria más interesantes, con una claridad política que pocos presidentes recientes han alcanzado.
Uno de los momentos más poderosos fue el dedicado al presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, a raíz de las papeleras que hoy tensan la relación bilateral. Mañana, el diario uruguayo Plan B ofrecerá una portada que se hace eco de semejante momento. En el cabezal, el diario que nació respondiendo a un sentimiento progresista, cuasi de izquierda, tendrá un chiste de su director de arte, Ramiro Alonso, un poco machista.
