Estepona nos dejó muchas cosas. Muchas en los ojos, pero muchas más, a diferencia de las anteriores, en el corazón. Hacer un blog tiene sus ventajas y sus desventajas. Cuando empezamos, en enero del 2005, eramos el único medio latino sobre estos temas. Después aparecieron varios de diferente calidad y compromiso con estas cuestiones, pero la envidia era algo corriente en ellos.
Yo no los conocía a ellos, pero ellos si conocían a VisualMente. Fue en la Universidad San Pablo CEU, en Madrid, donde nuestros destinos editoriales comenzaron a cruzarse. El Norbi siempre se había sentido con la obligación de actualizar su blog en sus viajes a Estepona, pero ahora había encontrado un respaldo, un backup emocional. Era el blog En Caja Baja, de Luis Blasco y Javier Vidal, quienes no paraban de escribir, de fotografiar y de actualizar, en tiempo real, todo lo que pasaba en la Cumbre.
Peleando contra ese enemigo invisible (WiFi, el guifi para los ibéricos), estos seguidores de Jack Bauer, lograban salvar al mundo de la falta de información. Fue un lujo trabajar con ellos, pero más lujo fue compartir unas cañas y hablar de mujeres.
