Cuando a los 30 minutos del primer tiempo, el argentino Lionel Messi convirtió el segundo gol contra el Getafe, nada fue igual. Esa extraña coincidencia con el de Diego Maradona a los ingleses disparó en las redacciones deportivas un dispositivo de tiempo, más parecido a una bomba que a un simple cierre. Se tenía que conseguir el gol del 86 en México y compararlo, cuadro a cuadro, con el del Messi catalán.
Los dos diarios de Buenos Aires, Clarín y La Nación, lo hicieron y el partido editorial quedó empatado.
Mientras que el primero lograba su tanto con buenos datos, el segundo cambiaba de formato para lograr el impacto visual requerido. El diseñador Matías Vignau (disertante de nuestras Cuartas Jornadas Universitarias sobre Diseño de Información del año pasado) convirtió la central tabloide del suplemento deportivo en una larga página sábana que hacía crecer visualmente la hazaña messineana. Todo eso sostenido en las dos jugadas que ocupaban la base de la página, realizadas por Marcelo Regalado y El Norbi, logrando el mejor cierre de un relato visual.