La memoria respecto al Proceso Militar no sólo debería incluir los horrores del aparato represor del Estado sino esta herida que aún hoy continúa abierta en las vidas marcadas a fuego de los soldados que pelearon con el orgullo de ser argentinos y a los que les dimos la espalda con el regreso de la democracia.
El 2 de abril de 1982, tropas argentinas desembarcaron en las Islas Malvinas, arriaron la insignia británica e izaron la bandera albiceleste. Comenzó entonces una guerra con recursos desiguales, durante la cual los militares intentaron -con éxito- hacernos creer que el éxito estaba de nuestro lado.
El exitoso saldo de una guerra que íbamos ganando fue la reocupación de las islas por el Reino Unido y la muerte de 635 soldados argentinos, 252 británicos y 3 civiles. Luego vendría el drama de los ex combatientes y la dramática tasa de suicidios que sigue sin detenerse.
Nota: Algunas de las imágenes que reproducimos en el Especial Memoria han sido tomadas del libro Decíamos ayer. La prensa argentina bajo el Proceso, de Eduardo Blaustein y Martín Zubieta (Ediciones Colihue).