La ola de los weblogs se instaló a fines de febrero en Infobae.com (a quien alguien el otro día definió, muy acertadamente, como un diario digital que no tiene nada, pero nada, que ver con el diario en papel). Desde la portada del sitio web, intercalados entre las noticias, buscan despertar la atención de los lectores con títulos llamativos como “¿Es un teléfono o una cámara de fotos?”, “El tamaño sí que importa...”, “Las mujeres de alta gama” o “Por qué Susana elige a hombres equivocados”.
Los bloggers de Infobae.com son apenas cuatro, por ahora. La periodista especializada en espectáculos Laura Ufbal, el multifacético Samuel “Chiche” Gelblung y dos especialistas en tecnología, Ignacio Pan y Pablo Bilbao.El caso de Ufbal es bastante curioso, porque ella había comenzado con su propio blog hace ya unos cuantos meses (se había lanzado en marzo de 2005), pero ahora parece que ha sido tentada para realizar esta actividad dentro de un marco más institucional (aunque no abandonó la actualización de su espacio personal).
Otro dato: la política editorial decidió incorporar la participación de los lectores a través de un sistema de moderación de comentarios. En las Faqs se puede leer: “Por razones de seguridad, cuando el usuario postee su opinión, no la verá inmediatamente publicada, ya que previamente será vista por un editor en Infobae.com, que no tocará ni una coma de ese comentario, sólo habilitará la publicación del mismo, salvo que éste incluya ofensas hacia terceros, publicidad u ofertas específicas, contenido pornográfico o que ofenda la moral de los lectores”.
Por el perfil de los bloggers, las temáticas están claramente agrupadas en tres áreas: farándula y espectáculos en general, tecnología y reflexiones acerca de la sociedad argentina y sus costumbres (con el inconfundible sello de Chiche). ¿Podemos definir al contenido de estos blogs como “popular”? ¿Es posible seguir manteniendo esa categoría para definir una propuesta editorial?