Apenas las 10.10 (decidimos esperar un poco a algunos remolones, cansados por el ajetreo de ayer) y el poderoso Rodrigo Sánchez ya nos deslumbra, desde Madrid y a través de videoconferencia, con el eclecticismo y el ingenio de sus portadas para la revista Metrópoli, del diario El Mundo.
Rodrigo desgrana sus trabajos y sus conceptos. Tiene mucho para mostrar y el auditorio está encantado. Varias preguntas y respuestas van y vienen entre Buenos Aires y Madrid, como si estuvierámos frente a frente. La hora prevista para el corte se pasa, pero nadie se da cuenta y todos quieren continuar indefinidamente. La tiranía del satélite obliga a poner fin a una charla transoceánica que fue el mejor de los comienzos posibles.
