PREGUNTA: ¿Cómo se aborda un proyecto de rediseño? ¿Cómo se planta un consultor ante un diario y convierte su labor en algo sistemático?RESPUESTA: Cada uno tiene sus trucos. En nuestra consultora –que no es una consultora de diseño, pero que hace diseño- nos entrevistamos con todo el mundo, con todos los periodistas, con todos los gerentes, departamentos, etcéteras. Pides informes que ellos ya hayan hecho. Revisas la colección del diario. Y esto sirve para hacer un diagnóstico, para tener una idea de lo que pasa en ese diario, de las necesidades que hay. Y si llegamos a la conclusión de que no hay que hacer un rediseño en ese diario, pues no lo hacemos. Y si creemos que sí, presentamos un informe de qué haríamos nosotros, qué áreas hay que tocar, etcétera. Muchas veces no convences o a veces convences en partes sí y en partes no. Hay que tener en cuenta que los consultores podemos tener un margen de error grande. Por más profesionales que seamos y por más que investiguemos el diario y nos sumerjamos en él, no siempre podemos saber todo. Yo creo que no hay sistematización posible.
PREGUNTA: Diarios como Libération, cuando por ejemplo hacen una edición especial como la de Tápies, donde el diario está pensado desde la primera página hasta la última en función de eso… ¿Cómo se hace eso?
RESPUESTA: Eso es el propio periódico el que tiene esa idea, es coraje. Es el mismo diario el que sabe lo que quiere hacer. Eso difícilmente nosotros como consultores podamos aportar algo más que herramientas. Yo siempre digo que puedo hacer un diseño bonito, o que yo creo que es bonito. Ahora, ¿cómo se utiliza eso? He encontrado casos de clientes que han arruinado las posibilidades de ese proyecto y casos de clientes en que han superado, con creces, lo que yo he podido plantear. En realidad, uno les da unas herramientas. Ahora, cómo las utilizan es cosa de ellos, de saber qué quieren hacer con ese diario. Ése es el secreto. El consultor es solamente alguien que en un momento dado puede retratar una foto de un lugar de una forma más objetiva que otro que está metido dentro, involucrado. Puede emitir, entonces, sus juicios mejor. Pero también con más margen de error porque realmente no es parte de la situación. Un consultor tiene su parte buena y su parte mala. Pero, en realidad, el responsable total, y no es por quitarme responsabilidad de encima, es el periódico.
PREGUNTA: Mostraste algunos diseños muy limpios, con mucho texto, sin interrupciones. ¿No creés que, a veces, hacer un despiece de la nota y ofrecer al lector varias velocidades de información o niveles de información no ayuda a que la gente se ponga a leer la noticia, la página?
RESPUESTA: Todo lo que dije antes era un poco para provocar. Sí, yo creo que ayuda. Pero también creo que todo tiene un límite. Yo creo que un diario es para leer y eso no va a cambiar nunca. No quiero hacer de gurú, porque entonces estaría cayendo en lo que he criticado. No tengo recetas ni sé qué va a pasar. No tengo ni idea. Me gustan los diarios. Pero tengo una intuición. Yo creo que cada vez habrá menos compradores de diarios pero serán más fieles. Y a esas personas les gusta leer, no les gustan que las vuelvan locas. Entonces, yo defiendo en los diarios a los que voy –a menos que sea un diario muy particular- que haya un texto. Porque el problema es que en los diarios empieza a no haber textos principales. Otra cosa es que pongamos su recuadro con datos, su piecita corta de complemento. Eso sí, claro que ayuda.