(Por Claudia Burga-Cisneros) Me encantaba leer sobre todo historias de aventuras o misterio, desde mitología griega hasta comics como Archie, pasando por crimis de Agatha Christie. En especial disfrutaba con una “media truculenta” llamada Kaliman, una serie de aventuras de vampiros y monstruos, la cual por supuesto tenía prohibido leer. Kaliman me permitió desarrollar una relación de complicidad con el kioskero cerca de mi casa, quien me los conseguía a escondidas de mis padres.
En general, creo que no había algo especial en aquellos libros que no esté presente en los libros de hoy. Lo diferente está en los niños y en el medio que los rodea, totalmente interactivo y digital. Ahora les cuesta mucho desarrollar su imaginación utilizando sólo la mente, si es que no cuentan con un soporte multimedia o visual que los ayude.
De repente es una responsabilidad que recae también en nosotros los padres de hoy... Recuerdo que mi madre fue una influencia muy fuerte en mi niñez, ella hizo que me gustara mucho la lectura. Y es que había un placer máximo en pasar horas leyendo echada en mi cama e imaginando todas esas historias.
Claudia Burga-Cisneros Pizarro es editora de Diseño Publicaciones & Multimedios del diario El Comercio (Perú).