(Por Luis Enrique Villegas) Por fin la fecha esperada, en la cual el suplemento joven de La Nación se destapa y nos devuelve una tapa cargada de trabajo conceptual. Estuvo cerca el empate entre Vía Libre y No de Página/12, pero el primero mereció ser puntero esta semana debido al profundo cambio en la línea de diseño. En lo que respecta a Si! de Clarín, no alcanzó el nivel de lenguaje propuesto por sus otros dos contrincantes.
A Jay Kay le encanta la fama y el dinero; además afirma que entretener a la gente es lo mejor que hace con su banda Jamiroquai.Vía Libre encontró una buena solución gráfica, para comunicar lo que está pasando por la cabeza del músico con respecto a este tema.
Tomando el sombrero-icono (modelo registrado de J.K.) como objeto disparador de la propuesta conceptual, la gente del suplemento joven de La Nación supo intervenir la neutralidad de la foto entregada por la discográfica con singular inteligencia. La nota gira alrededor de la presentación del último disco Dynamite, que es solo una excusa, ya que el texto solo da cuenta de la excéntrica vida que lleva Jay Kay; esa es la faceta que el diseño representa con lujo en esta portada. El gorro SuperFly de particular morfología, análogo con algunos tocados de aborígenes norteamericanos, es el vehículo para plantear tipográficamente los conceptos que de forma ambigua aparecen clavados en la cabeza del artista; a la vez listos para ser lanzados como si fueran flechas que llevan un mensaje. Las estrellas convocan a la locura, el vértigo, y afirman la postura “rock-star” del líder de Jamiroquai. Casi más allá de todo, Jay Kay nos mira de reojo como si estuviera tratando de acomodar las ideas que atacan su mente.
La estética continúa con el ritmo a través del pliego central, abriendo la nota con explosiones estelares en torno a cajas de texto simples que no buscan contener la onda expansiva y son elementos casi neutrales. La semana triunfal de Vía Libre alguna vez tenía que llegar.
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El suplemento de Página/12 sigue apostando a la fotografía pura. La imagen nos trae al líder de Die Toten Hosen como un gigante por la posición de cámara, que dibuja la figura por la diferencia marcada de luces y sombras. No es necesaria la aparición del gesto de la boca del artista, que queda en la oscuridad, para reflejar la furia que despliega al cantar. Es difícil reconocer al cantante Campino a través de la reproducción, pero el título es más que elocuente y cumple con el cometido (desde lo textual) para presentar a los DTH. La simpleza marcada por el contraste, construye algunas líneas diagonales, de las cuales la puesta se aferra para componer con tipografía e incluir de forma acertada el logotipo del NO. El diseño se basó esta vez en la destacada producción de fotos de Fabio Borquez, también autor del texto, que convivió durante algún tiempo con el grupo alemán y retrató instantes desde la intimidad, detrás de la escena.
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El remake del mítico programa Feliz Domingo, más la aparición de otros ciclos estudiantiles, representados por la conductora Carla Conte, motivaron la creación de la portada del SI!. Una nota hecha con amor, pero con falencia total de partido gráfico, donde la estrella aparece saltando como si fuera una porrista de algún equipo de “fútbol americano”; muy lejos de los recordados brincos de Silvio Soldán en el momento de apertura del “cofre de la felicidad”. El factor “genérico” se viene repitiendo en el suplemento de Clarín, la tipografía es poco sorpresiva, y no aparece ningún elemento que conecte con el Feliz Domingo “histórico”, por lo menos para enseñarnos que estos programas no son un descubrimiento de la genialidad actual. Leyendo los párrafos en la página subsiguiente, encontramos que el pretexto de los nuevos programas con premios de viajes a Bariloche, solo eran objeto de enumeración, dentro de la historia de la múltiple presentadora Carla Conte.
Luis Enrique Villegas es estudiante de Diseño Gráfico de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Buenos Aires (FADU-UBA).