En un rato va a inaugurar una nueva exposición el ilustrador editorial Gary Baseman. Será en la Billy Shire Fine Arts, de California, para presentar a su nueva creación, Toby.
Cuando se le pregunta quién es Toby, Baseman contesta, con mucho misterio, como si fuera un maestro del terror. “Toby is your shadow. Your mirror. Your best friend in the whole wide world. He can smell your fear”. Si bien los perros pueden oler el miedo, Toby es muy especial, casi politicamente incorrecto. “He is addicted to your insecurity”, y enseguida aclara que no tiene nada que ver con su anterior creación perruna (Teacher’s Pet).
Este genio conoce muy bien el paño donde se mueve, como nos contó en un reportaje que le hicimos en exclusiva para VisualMente. “Siempre tomo riesgos y cambios. Ahora trato de tomar más libertades, pero siempre restringido por el formato del staff editorial de la publicación”. Por eso Baseman da rienda suelta a su creatividad cuando lo hace para sus exposiciones, como la de hoy, una de las más fuertes. Ya conocimos los latinos cómo los gringos se preocupan demasiado por lo sexual, al punto de evitarlo en todas sus manifestaciones. Pero éste norteamericano les tiene preparado un fuerte golpe a la quijada de su doble moral. Desde sus pinturas y sus esculturas, Baseman dejará su etapa soft e ingenua, para zambullirse en lo más profundo del arte americano, sin límites. Toby es una especie de máquina de placer, que parece conocer los laberintos de sensaciones femeninas.
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