Mucho ha pasado en VisualMente, en estos pocos meses. Y muchas cosas tienen que ver con los comportamientos humanos, con las relaciones entre personas. Con traiciones, con mentiras. Es tan gracioso estar negando algo que uno mismo escribió. Por miedo o por compromiso. Es tan infantil.
Ayer publicamos nuestra segunda carta de aclaraciones. Podría ser de contradicciones. Pero como dirá dentro de un rato Tomás Ondarra, el único juez de todo esto será la gente, esa que pierde su tiempo leyendo las noticias de ayer.
Primero fue una mujer. La de Bautista era fuerte, pero más fuerte era lo que significaba. Los humanos, a veces, se parecen demasiado a los niños. Son simples, y sus comportamientos son previsibles. Se llenan la boca con mucha verborragia, pero después no llegan a alcanzar la altura de los conflictos. Ni con un banquito. Después, otra carta para aclarar lo que ya estaba claro. La pequeña carta de ayer dejó muchas cosas pendientes. Decíamos ayer que se podían dibujar las coincidencias entre lo ocurrido con el Dallas Morning News y lo de El Mundo. Pero seguro las coincidencias no se encontraran en los comportamientos humanos de españoles y norteamericanos. Morris saltó por Smith.