Yo era periodista hasta que una Macintosh me rompió la cabeza. Así podría empezar mi epitafio. Muchos creen que soy diseñador de profesión, cuando en realidad lo soy porque es parte de mi religión.
La comunicación visual se ha convertido en fanatismo en mí. Dentro de este panorama las computadoras con la manzanita tuvieron mucho que ver. Ya no era una cuestión de tecnología. Hasta ese momento nunca había utilizado una. Creo que las odiaba. Pero todo cambió tan mágica como misteriosamente. No deja de resultar gracioso el paralelismo que encuentro entre esto que les cuento y cualquier camino iniciático dentro de cualquier religión.
La Macintosh ha sido mi camino a la salvación, cuando en el periodismo textual sólo encontraba traición y corrupción.
El sábado murió el tipo que había creado la Macintosh. Era el programador Jef Raskin quien había concebido el proyecto que me salvaría y que también salvaría a Steve Jobs, equivocadamente identificado como el padre de Apple.
(Arte de El Norbi)