Entonces los comisarios Pedro Pérez Cuadrado y Laura González Díez se animaron a la ardua aventura de convencer a más de 130 diarios, incluidos económicos, deportivos y gratuitos, de contar sus preferencias tipográficas. Desde que se mandaron los requerimientos hasta el deadline, los organizadores recibieron sólo 16 respuestas.
“Ante la premura del evento y el poco éxito obtenido cambiamos la táctica y telefoneamos directamente a cuantos -amigos o no- sabíamos que estaban al frente de los departamentos de arte de los diarios”, recuerdan. Pero la verdadera razón del éxito en la convocatoria estuvo en la persona del subdirector del diario La Vanguardia, Carlos Pérez de Rozas, quien, como reconocen ahora, “acudió a nuestra llamada de socorro y animó, como sólo él sabe hacerlo, a cuanto periódico podía influenciar”.