Ironía para denunciar un presente político y social que no los conforma y humor para reírse de sus desgracias y consolarse pensando que, si el Ekeko los ayuda, este año puede ser un poco mejor que el anterior. Los periódicos de la Alasita 2005 hacen reír pero también generan empatía latinoamericana: al sur del Río Grande la truchada es moneda corriente y la corrupción cuestión de todos los días.
Los esfuerzos de las distintas empresas editoras fueron dispares a la hora de sacar sus ediciones “alasitas”: todas en tamaño extra small, pero algunas con sólo un par de secciones frente a otras que también ofrecían suplementos especiales, clasificados, chistes y publicidades ad hoc. Diferentes, entonces, en sus propuestas, pero hermanadas en un mismo estilo de contar la actualidad.
Imposible no esbozar una sonrisa ante titulares como “Los maestroskos suspenden las vacaciones para iniciar un paro”, “Sillas convoca a robaréndum para legalizar la corrupción en el país” o “Banana Bush salta de alegría por la caída del viejo Fridel en Santa Clara”. O leer a pura carcajada la parodia al último bestseller de Gabriel García Márquez, convertido en mini libro más chico que una mano, con Goniel Gárchez de Lozada (en más que obvia alusión al ex presidente boliviano) como protagonista de la historia y Charles Table (el actual mandatario Carlos Mesa, obvio) como uno de sus secuaces.
La Alasita no es sólo una fiesta de las miniaturas, sino también de los deseos. Viendo los “periódicos del Ekeko” queda claro qué quieren los bolivianos para su futuro. Que se les cumpla.
También:
>> Los diarios del Ekeko (primera parte)